Tengo mucha alegría de iniciar las publicaciones de mi blog con esta hermosa y muy particular versión de la Biblia de los LXX, la Septuaginta. Con toda la razón esta versión es llamada “La Biblia de los Apóstoles” por tres motivos: en primer lugar fue la que empleó la primera comunidad cristiana, en segundo lugar todas las citas que se realizan en el Nuevo Testamento del Antiguo, corresponden a la versión de los LXX, y finalmente es la que predomina aún hoy en las Iglesias de Oriente.
Según una antigua historia (repetida por Filón de Alejandría hasta San Agustín), Ptolomeo Filadelfo solicitó a 70 ó 72 eruditos judíos que vertieran en griego la Torah, es decir, los cinco libros de Moisés. Esta tarea se realizó, según la misma leyenda, a la perfección. Con la difusión y el poster agregado de los demás libros de los profetas e históricos, se convirtió en el texto de uso común, tanto por los judíos de la diáspora como por los cristianos de los primeros cuatro siglos, llamándose Septuaginta, comunmente a todo el Ἡ μετάφρασις τῶν Ἑβδομήκοντα (El antiguo testamento griego).
El canon de los LXX estaba relativamente fijado hacia el primer siglo de nuestra era y es muy anterior al masorético, es decir, al “canon hebreo”. La extensión de la Septuaginta entre los primeros cristianos fue uno de los motivos por los cuales los judíos, hacia el siglo II comenzaron a fijar un nuevo canon y finalmente, rechazar el texto griego por el hebreo, previamente corregido.
La versión que aquí les dejo es la traducción del P. Guillermo Jünemann y concluida en 1928. El Nuevo Testamento se publicó ese mismo año, pero el Antiguo Testamento no salió a la imprenta hasta el año 1992. Para muchos se trata de una edición demasiado literal y un poco áspera (algo que también señalan de la que para mi es la mejor versión en español, la Nacar-Colunga). La edición de Jünemann es ideal para los académicos y también para todos aquellos que deseen realizar un estudio serio de la Sagrada Escritura.
Esta Biblia hoy es poco accesible y suele estar a un precio muy elevado, por ello creo que conviene tenerla, aunque sea en su versión digital.
El archivo que estoy poniendo a disposición de ustedes fue revisado con un antivirus y se descarga directamente sin necesidad de instalar absolutamente nada. Es un archivo ejecutable y funciona en todas las versiones de Windows, incluso en las más antiguas (lo probé en máquina virtual con un Windows 3.0). También se puede cargar en Linux utilizando Wine o algún otro emulador.
Para descargarlo sólo debe hacer click en este enlace
¡Buena lectura!