Tesis del Casiciacum y anglicanismo

Todavía estoy tratando de reponerme de un email que me envió un obispo anglicano tradicionalista estadounidense, quien me pidió discreción. Digamos que se trata del “Obispo X” (cualquier letra que coloque lo denunciaría) y que dirige una de las más importantes “Iglesias Anglicanas Continuantes” en Estados Unidos, con sedes en Inglaterra, África y Oceanía. En su elocuente carta aborda la crisis actual de las jerarquías y puntualiza lo siguiente:

Los anglicanos tienen el mismo problema que los católicos romanos: la Sede está ocupada por un hereje público y manifiesto (¡Vaya!).

Los ortodoxos orientales no están mejor; el Patriarca Ecuménico es un hereje ecumenista (¡Ay!).

La tesis de muchos anglicanos continuantes de que es posible mantener una diócesis o parroquia tradicional sin romper formalmente la con la Comunión (Angicana) herética, es símbolo de apoyo a la herejía y de cisma con la Iglesia.

Él me relató que, al leer sobre la Tesis de Monseñor Gerard-Des Lauriers, no le pareció para nada original la propuesta. Por el contrario, se trató de una práctica y creencia común entre los anglicanos incluso antes del Congreso que promulgó la Afirmación de San Luis. Según él, se especulaba desde los años ’60 que la Sede de Canterbury estaba ocupada por un hereje y que, como tal, no podía ser considerada el verdadero “Arzobispo”. Más bien, el ocupante real había sido “canónicamente designado” para tal función y, en caso de convertirse, podría acceder plenamente a los derechos y poderes del Primado de la Comunión Anglicana. Esto se mantiene en práctica hasta el día de hoy entre varias Iglesias Continuantes.

Le respondí preguntándole si consideraba esta actitud (según un punto en común entre ciertos miembros de la catoios tradicionalistas y anglicanos tradicionalistas) como una forma de “tibieza” ante la crisis, y su respuesta fue negativa: se trata (según su parecer) de una actitud de prudencia excesiva, ya que esto evita la proclamación de “patriarcas” y “primados independientes”.

Más allá de esto, tenemos que tener en cuenta lo siguiente:

  • La Tesis de Monseñor Des Lauriers es una tesis teológica, no un dogma de fe.
  • La misma sostiene que la Sede de Pedro se encuentra vacante; ese es su punto fuerte.
  • La especulación sobre la posibilidad de conversión de Ratzinger o cualquier otro futuro ocupante es una “especulación” que ni siquiera se tiene en cuenta, muy diferente a la FSSPX, que cree que el Papa es Papa y que puede convertirse a la Fe Católica.
  • Considerar herética a la Tesis debe ser siempre tenido como una “especulación” tal vez probable, pero de ahí a “condenar” abierta y públicamente a todos los que la sigan es una total usurpación de autoridad que nadie posee.

Quizás la unidad en la tradición, comprendiendo realmente su significado y por lo tanto identificando al mundo moderno como enemigo sea el único camino viable. Quizás así encontremos una posición teológica coherente… porque el problema es teológico.