El problema de los “deuterocanónicos”
Entre los muchos accidentes del lenguaje teológico, pocos resultan tan persistentemente problemáticos como el término “deuterocanónico”. Aparecido en los debates del siglo XVI, esta palabra fue concebida para describir aquellos libros del Antiguo Testamento que, si bien fueron acogidos litúrgica y espiritualmente por la Iglesia, no habían recibido una canonización unánime en la antigüedad cristiana ni en el judaísmo de Jamnia. Pero como ocurre con las palabras, lo que comienza como clasificación pronto puede devenir jerarquía, y la jerarquía, sospecha. El prefijo griego δεύτερος/”deuteros” (segundo) sugiere, queriéndolo o no, una suerte de canonicidad de segunda clase, como si la inspiración… Seguir leyendo