La Versión Israelita Nararena: un análisis crítico

Toda persona que desee realizar un estudio serio sobre la Biblia tiene que tener, por lo menos en su Biblioteca física dos o tres versiones de la Escritura. Hoy en día contamos, además, con herramientas informáticas que nos permiten atesorar en nuestra computadora cientos de versiones diferentes. Una de esas herramientas es el software E-Sword, que recomiendo descargar.

Una de las versiones que tengo en mi biblioteca, tanto en papel como digital es el Brit Jadashá (Nuevo Pacto), editado en Buenos Aires en 1977 y preparado por el presbítero Luis Guillermo Brasesco. El volumen es interesante y en realidad, se trata de una traducción del texto griego al hebreo moderno. Lo compré como una curiosidad en una mesa de saldos por $38 y hace unos años vi a unos u$d 129 (al tipo de cambio actual). Pero en los últimos años, aparecieron docenas de versiones hebreas del Nuevo Testamento, supuestamente traducidas de manuscritos hebreos por eruditos de los que nunca habíamos oído hablar, ni tampoco habíamos leído.

La primera vez que me tope con el fenómeno fue en el año 2003 y se trataba de una traducción del manuscrito Du Tillet, una versión medieval del Evangelio según San Mateo, realizada por el Dr. James Scott Trimm. El texto se conserva en la Biblioteca Nacional de París bajo la signatura Manuscrito hebreo No. 132.1 Posteriormente, hacia el 2005 una persona me compartió la traducción de José Álvarez, publicada bajo el nombre de “Yosef Aharoni”. Como yo tenía el texto en inglés hice una comparación entre la edición entre aquel idioma y el español y encontré algunas diferencias. No obstante, como no tenía el manuscrito hebreo Du Tillet (ni una transcripción) no podía avanzar demasiado. A partir de aquel momento comencé a investigar más y encontré que esta fiebre por las versiones hebreas del Nuevo Testamento estaban hermanadas con el movimiento de “Judíos mesiánicos”, es decir, congregaciones protestantes y católicas, dónde sus miembros se visten como judíos y simulan ser judíos que creen en Jesús.

Mi intención ahora es realizar un breve análisis sobre una de estas versiones “mesiánicas”, especialmente la que preparó José Álvarez, mencionado líneas arriba.

Sobre el “traductor” y el contexto de producción

José Alvarez posee el título de “moreh”, es decir, maestro. Le fue otorgado, no por un seminario rabínico judío, sino por una institución mesiánica. Por lo que sabemos según su sitio de internet https://sendaantigua.net/sobre-yosef/, originalmente era un Adventista del Séptimo Día. Se graduó de Bachillerato en Teología en el año 1965, en el Colegio de las Antillas y allí estudio griego koiné. El griego es un idioma obligatorio para todo aquel que estudie teología, no obstante, hay una gran diferencia entre “entender griego” y “dominar el griego”. Se espera que un teólogo o un filólogo tengan la pericia suficiente de dominar el idioma. Según lo que pude apreciar del trabajo de José Álvarez él entiende griego, pero no lo domina. Esto se aprecia en la “traducción” de Juan 1, donde reproduce los mismos errores que la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras. También nos dice que tiene una maestría en psicología clínica y que posteriormente, se dedicó al estudio autodidacta del hebreo. Aclara que lo hizo con la ayuda de judíos de varias sinagogas, pero no de manera sistemática ni contó con un profesor. En 1972 inició la publicación de La Senda Antigua, que ahora se publica en Internet y desde entonces ha trabajado en el judaísmo mesiánico y el “movimiento de restauración del nombre sagrado”.

Según su propia página “su obra cumbre es una edición de las Escrituras Sagradas de Israel, llamada Versión Israelita Nazarena (VIN)”. Sin embargo, en el sitio se afirma:

No se considera perito en los idiomas bíblicos, por lo tanto su obra se describe como una edición especial basada en las mejores traducciones judías y cristianas, cotejada fielmente con los textos hebreos y griegos. Pero las correcciones y mejoras que se han hecho sobre las versiones tradicionales son innumerables y de gran importancia para los estudiantes de las Escrituras Hebreas.

Esto suena cuando menos contradictorio, porque un persona con honestidad intelectual que decida ponerse a realizar un trabajo serio sobre la Sagrada Escritura, llámese traducción o por lo menos edición, tiene que tener un competente conocimiento sobre hebreo y griego, además de un excelente dominio sobre el idioma al cual piensa volcar la traducción. En efecto, un trabajo de traducción no es algo sencillo, menos aún de la Biblia. Y ningún estudiante de las Sagradas Escrituras puede dejar de mirar con desconfianza una versión cuyo principal autor es… alguien que ha demostrado importantes falencias en un griego tan elemental como el de Juan 1.

¿Qué documentos utilizó José Álvarez pára su traducción?

Cuando tengo ante mi una Biblia de estudio me gusta saber que manuscritos fueron empleados. Aún cuando se trate de manuscritos problemáticos, creo que tengo derecho, como cualesquier estudiantes conocer los documentos empleados por los traductores. No basta decir “se utilizaron los manuscritos hebreos” o “esta versión fue producida siguiendo el texto masorético”, porque uno puede preguntar, con toda sinceridad y sin ofender a nadie: “¿pero qué versión del masorético?” o mejor “¿Cuáles manuscritos hebreos? ¿Con qué manuscritos los cotejó? ¿Cuál fue el criterio de selección?”

Daré un ejemplo de una versión de la Biblia que ha sido muy criticada, especialmente por grupos protestantes: la Nueva Versión Internacional. Esta edición parte, para el Nuevo Testamento, no del Textus Receptus como la Reina Valera, sino del Texto Crítico.2 Además, esta versión tiene entre sus notas referencias al Textus Receptus, la Peshitta y el Texto Bizantino para el Nuevo Testamento (entre otras), y para el Antiguo, señala las discrepancias entre diferentes ediciones del Masorético (en primer lugar la Biblia Hebraica Stuttgartensia), los Rollos de Mar Muerto, el Pentateuco Samaritano, el Aquila, el Symmachus, la Vulgata Latina, la Peshitta, etc. Uno lamenta que no haya referencias adecuadas a la Septuaginta, y eso quizás es una de las principales razones por las cuales (a mi modesto entender) la versión de Nácar-Colunga aventaja a la NVI.

Pero volviendo: en la NVI, al igual que la Reina Valera Gómez o en la Biblia de Jerusalén tenemos referencias a qué fuentes se emplearon para hacer la traducción. En cambio, en la Versión Israelita Mesiánica sólo contamos con algunas referencias imprecisas. Así sabemos que:

Para el Antiguo Testamento se recurrió a los manuscritos hebreos originales. Me gustaría saber dónde se encuentran, porque hasta ahora es conocido que sólo tenemos copias antiguas y ninguna completa e intacta.

Para el Nuevo Testamento se recurrió:

Mateo Hebreo du Tillet de Yosef Aharoni (José Álvarez), que es una traducción problemática del texto de James Scott Trimm.

Se recurrió a los manuscritos hebreos de los textos del Nuevo Testamento. Esto es sorprendente porque esas versiones no son conocidas, y estaría encantado de tener ante mi alguno de esos “manuscritos”.

En otros casos se volcó del griego al hebreo para recuperar el sentido original. Esto no tiene mucho sentido, además de que viola alguna que otra regla filológica.

Bueno, yo me tomé el trabajo con el software E-Sword y empecé a comparar versículos entre varias versiones. Tomé varias ediciones de la Biblia y las cotejé con la edición de Álvarez y mis resultados son los siguientes:

a) El Antiguo Testamento es la Reina Valera Actualizada “corregida” con la Versión del Nuevo Mundo de las Sagradas Escrituras de los Testigos de Jehová. Se remplazan todos los nombres por sus equivalentes hebreos y el hombre de Dios por el tetragrama. Se eliminaron todas las referencias a la unidad compuesta de la Divinidad.

b) Para el Nuevo Testamento:

El Mateo Du Tillet en su traducción particular de Álvarez… mantengo la misma observación.

Los evangelios de Marcos, Juan, las cartas 1 y 2 a Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 y 2 Tesalonicenses, 1 y 2 Timoteo, son la Reina Valera Actualizada, edición 1989, corregida con fragmentos de la Versión del Nuevo Mundo, de los Testigos de Jehová.

Lucas, Hebreos, Santiago, 1 y 2 Pedro, 1, 2 y 3 de Juan, Judas, y Apocalipsis son la Versión Moderna de Enrique Pratt, con un lenguaje modernizado, ya que la versión es de 1893.

Filemón es una amalgama entre la Traducción del Nuevo Mundo con la la Reina Valera Antigua.

Características de la VIN

Salvando el hecho de que, como versión es pésima, hay algunas cosas que merecen ser puntualizadas luego de un análisis del texto que presenta Jose Álvarez:

El texto se caracteriza por volcar a la versión hebrea todos los nombres propios. Mi pregunta es ¿Esto ayuda al estudio o en todo caso lo entorpece? No hay una tabla de conversión ni notas de traducción, ni tampoco referencias a qué forma del nombre se eligió y cual no. Por ejemplo, para Josué y Jesús se emplea la misma, cuando en realidad, en las versiones rabínicas y siríacas Jesús es nombrado Yashua y no Yahoshúa. Tampoco explica el autor porqué no respetó la forma hebrea de Arquelao, o por lo menos una transliteración hebrea de ארקילאוס. Estimo que, como hizo en el pasado, el autor “corregirá” este error.

La versión es fuertemente anti-trinitaria, pero no explica porqué prefiere tal o cual traducción. Esto se arreglaría con notas… que no incorpora.

En Isaías 9:6, profecía mesiánica vuelca El-Gibor como “Héroe” cuando en realidad dice “Dios Fuerte”. Curiosamente en el mismo libro, 10: 21 traduce “Elohim Fuerte”.

Niega deliberadamente la divinidad de Jesús:

Toda lengua confiese que Yahoshúa el Mashíaj es soberano, para gloria de Yahweh el Padre. (Filipenses 2:11 VIN)

Esto no aparece en ninguno de los manuscritos más antiguos, al contrario, leemos:

καὶ πᾶσα γλῶσσα ἐξομολογήσηται ὅτι κύριος Ἰησοῦς Χριστὸς εἰς δόξαν θεοῦ πατρός.

En un estudio que llevé a cabo, pude demostrar que los textos del Antiguo Testamento revelan que la Deidad no se presenta como una única persona indivisible, sino más bien como una unidad compuesta.3 Esta concepción también se refleja en la teología neotestamentaria de manera coherente. A pesar de esto, es importante señalar que afirmar que Yavé o Jehová es exclusivamente el Dios Padre sería, cuando menos, un error.

Los textos del Antiguo Testamento nos ofrecen una visión de la Deidad que va más allá de la simplicidad de una sola entidad divina. Encontramos indicios de una estructura compleja que sugiere una relación intrínseca entre las distintas facetas de la Deidad. Este concepto de unidad compuesta se refleja de manera similar en la teología neotestamentaria, lo que subraya la continuidad de esta comprensión a lo largo de la historia bíblica.

Es importante tener en cuenta que la idea de que Yavé o Jehová es exclusivamente equiparable al Dios Padre puede llevar a una interpretación limitada. La naturaleza multifacética de la Deidad en los textos bíblicos sugiere que esta comprensión podría ser más profunda y matizada de lo que algunas afirmaciones simplistas podrían sugerir. Reconocer las distintas dimensiones de la Deidad puede enriquecer nuestra apreciación de su naturaleza compleja y misteriosa.

En resumen, mi estudio reveló que tanto en los textos del Antiguo Testamento como en la teología neotestamentaria, se puede encontrar una noción de la Deidad como una unidad compuesta en lugar de una única persona. Por lo tanto, afirmar que Yavé o Jehová es exclusivamente el Dios Padre sería una interpretación simplista que no captura completamente la profundidad y complejidad de la naturaleza divina.

si confiesas con tu boca que Yahoshúa es el Maestro (Romanos 10: 9)

Es otra mala traducción y con una pésima intención. En griego podemos leer:

ὅτι ἐὰν [a]ὁμολογήσῃς ἐν τῷ στόματί [b]σου κύριον Ἰησοῦν, καὶ πιστεύσῃς ἐν τῇ καρδίᾳ σου ὅτι ὁ θεὸς αὐτὸν ἤγειρεν ἐκ νεκρῶν, σωθήσῃ·

Estoy tomando el texto tal como aparece en la edición SBL Greek New Testament (SBLGNT), a la que usted puede acceder y descargar desde aquí. https://documentatheologica.com/index.php/2022/12/18/sblgnt-nuevo-testamento-griego-de-la-sbl/

En el texto griego, en todos los manuscritos antiguos aparece la expresión κύριον de κύριος. El término se aplica a la Deidad, y el mismo Álvarez lo volcó en varios pasajes de su “traducción” de esa manera. Además, la alteración que impone Álvarez tiene importantes consecuencias teológicas.

Conclusiones

Un análisis incluso superficial de la Versión Israelita Nazarena elaborada por José Álvarez pone de manifiesto de manera incuestionable que esta no puede ser considerada ni como una traducción fiel ni como una edición rigurosa de las Sagradas Escrituras. En realidad, se trata más bien de una paráfrasis arbitraria y con una clara agenda anti-trinitaria. Esta versión se apoya en una amalgama de fuentes eclécticas, generando así una incertidumbre considerable respecto al criterio utilizado para seleccionar tales fuentes.

José Álvarez, el autor de esta versión, revela carecer de competencia en lenguas originales como el griego, el hebreo y el arameo. Esto queda evidenciado no solo por sus traducciones erróneas de pasajes simples, incluso para un estudiante de nivel introductorio de griego, sino también por su tendencia a recurrir a ediciones previamente cuestionadas, como la de los Testigos de Jehová. Estas ediciones son ampliamente rechazadas en círculos académicos por sus alteraciones notables.

En última instancia, es importante destacar que el propósito principal de esta versión parece ser la promoción de las interpretaciones teológicas heterodoxas del señor Álvarez, muchas veces rechazadas por otras organizaciones similares a la que él fundó. Más que una empresa editorial afortunada, esta versión parece estar destinada a respaldar un enfoque doctrinal sui generis. En este sentido, la producción editorial de Álvarez parece estar en línea con su “ministerio” controvertido y poco acertado.


NOTAS

1Estoy trabajando en una breve biografía sobre este personaje, un erudito, historiador y coleccionista único en su época.

2El Textus Receptus fue una edición del Nuevo Testamento en griego que realizó Erasmo de Rotterdam. Para ello consultó los manuscritos más antiguos que tuvo a su alcance unos nueve manuscritos griegos, cuya antigüedad llegaba al siglo X. Es de notar que se trata de un texto ecléctico y que Erasmo introdujo numerosas revisiones y correcciones en las cinco ediciones que publicó durante su vida. La primera salió de la imprenta en 1512 y la última en 1535. Posteriormente Stephanus corrigió la edición de Erasmo en cuatro oportunidades, para lo que se sirvió de la Políglota Complutense y de 15 manuscritos griegos, entre 1549 y 1551. Por su parte, Teodoro Beza realizó nueve ediciones del Textus Receptus entre 1565 y 1604. Cuando usted se encuentre con un protestante fundamentalista que le diga que el Textus Receptus es “inspirado”, pregúntele qué edición de todas. Si le contesta que sólo la de Erasmo, puede usted decirle que la King James Version no esta basada en la de Erasmo, como tampoco la Reina Valera se basa totalmente en él, sino en una amalgaba entre la edición de 1522, la de Stephanus de 1550 y la políglota Complutense. Por otra parte el Texto Crítico es una composición eclética del Nuevo Testamento basada en los documentos más antiguos de los que se tiene conocimiento. Se conoce como Nestle Aland Novum Testamentum Graece.

3Amado, Raúl, “Yaveh-Elohim: la unidad compuesta de la divinidad en el judaísmo pre-cristiano”, III Jornadas de Jóvenes Investigadores del Cercano Oriente Antiguo, 30, 31 de agosto y 1ero de septiembre, 2016.

4 opiniones en “La Versión Israelita Nararena: un análisis crítico”

  1. Hola Raúl,
    Me gustaría poder leer el paper: “Yaveh-Elohim: la unidad compuesta de la divinidad en el judaísmo pre-cristiano”, III Jornadas de Jóvenes Investigadores del Cercano Oriente Antiguo, 30, 31 de agosto y 1ero de septiembre, 2016.
    Lo estuve buscando con google y no lo pude conseguir.
    Gracias por seguir en la trinchera!
    Jorge Rodríguez

  2. Hola Raúl,
    Me gustaría poder leer el paper: “Yaveh-Elohim: la unidad compuesta de la divinidad en el judaísmo pre-cristiano”, III Jornadas de Jóvenes Investigadores del Cercano Oriente Antiguo, 30, 31 de agosto y 1ero de septiembre, 2016.
    Lo estuve buscando con google y no lo pude conseguir.
    Gracias por seguir en la trinchera!
    Jorge Rodríguez

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