San Isaac el Sirio: pasajes para reflexionar

Homilías Ascéticas 27:

“En amor Dios trajo al mundo a la existencia; en amor Dios lo traerá a ese maravilloso estado transformado, y en amor el mundo será absorbido en el gran misterio de Aquel que ha realizado todas estas cosas; en amor será finalmente comprendido todo el curso del gobierno de la creación.”

“La recompensa de Dios a los pecadores es que, en lugar de una recompensa justa, Dios los recompense con la resurrección”.

“Si el celo hubiera sido apropiado para enderezar a la humanidad, ¿por qué Dios Verbo se vistió de cuerpo, usando mansedumbre y humildad para hacer volver al mundo a su Padre?”

“No dudemos, oh hermanos, de la esperanza de nuestra salvación, ya que Aquel que sufrió los sufrimientos por nosotros está muy preocupado por nuestra salvación; la misericordia de Dios es mucho más extensa de lo que podemos concebir, la gracia de Dios. es mayor de lo que pedimos.”

“El pecado, la Gehena y la Muerte no existen en absoluto para Dios, porque son efectos, no sustancias. El pecado es fruto del libre albedrío. Hubo un tiempo en que el pecado no existía, y habrá un tiempo en que no existirá. La Gehena es fruto del pecado…”

San Isaac el Sirio: El Salvador comenzó la obra de nuestra salvación con el ayuno

El Salvador comenzó la obra de nuestra salvación con el ayuno. De la misma manera, todos aquellos que siguen las huellas del Salvador construyen sobre este fundamento el inicio de su empeño, ya que el ayuno es un arma establecida por Dios. ¿Quién escapará de la culpa si descuida esto? Si el Legislador mismo ayuna, ¿cómo puede estar exento de ayunar cualquiera de los que tienen que obedecer la ley? Por eso el género humano no conoció la victoria antes del ayuno, y el diablo nunca fue derrotado por nuestra naturaleza tal como es: pero esta arma, en efecto, ha privado al diablo de fuerza desde el principio.

Nuestro Señor fue el Caudillo y el primer ejemplo de esta victoria, para colocar la primera corona de la victoria sobre la cabeza de nuestra naturaleza. Tan pronto como el diablo ve a alguien en posesión de esta arma, el miedo cae inmediatamente sobre este adversario y atormentador nuestro, que recuerda y piensa en su derrota ante el Salvador en el desierto; sus fuerzas quedan inmediatamente destruidas y la visión del arma que nos dio nuestro Líder Supremo lo quema. Un hombre armado con el arma del ayuno siempre está ardiendo de celo. Quien permanece en él mantiene su mente firme y dispuesta a afrontar y repeler todas las pasiones violentas.

Subversión y resistencia: viviendo todos los días la espiritualidad de la Semana Santa

Resumen

En este artículo exploramos la espiritualidad cristiana desde una perspectiva hermenéutica post-moderna, en diálogo con los principios de la Radical Orthodoxy. La Semana Santa, con sus relatos de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, se interpreta como metáfora poderosa de la condición humana en la era contemporánea. Se enfatiza la relevancia de prácticas espirituales como la penitencia, el ayuno y la oración contemplativa en el contexto de la espiritualidad post-moderna. destacando el papel crucial de la comunidad cristiana como lugar de encuentro y solidaridad en la búsqueda de lo sagrado. De esta manera se presenta la espiritualidad cristiana como un camino de resistencia y subversión en un mundo dominado por el consumismo y la injusticia, basado en la promesa del amor divino manifestado en la Semana Santa.

Palabras claves: Hermenéutica post-moderna, Radical Orthodoxy, Espiritualidad cristiana, Semana Santa, Comunidad cristiana

Introducción

En un mundo cada vez más marcado por la diversidad de perspectivas y la fragmentación cultural, la tarea de comprender y vivir la fe cristiana se presenta como un desafío complejo y en constante evolución. En este contexto, la hermenéutica post-moderna emerge como un enfoque que busca cuestionar las narrativas tradicionales y abrir nuevas posibilidades de interpretación y comprensión. En este artículo, exploraremos cómo esta hermenéutica, en diálogo con la perspectiva teológica de la Radical Orthodoxy, puede arrojar luz sobre la espiritualidad cristiana, centrándonos especialmente en la Semana Santa y sus prácticas asociadas de penitencia, ayuno y oración.

Reinterpretando la Semana Santa desde una perspectiva post-moderna

La Semana Santa, con sus relatos de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, ha sido durante siglos el corazón de la espiritualidad cristiana. Sin embargo, en la era post-moderna, caracterizada por la desconfianza en las grandes narrativas y la multiplicidad de interpretaciones, es necesario revisitar estos relatos con una mirada crítica y abierta a nuevas perspectivas.

¿Qué implica la invitación a cuestionar las interpretaciones tradicionales de la Semana Santa? Es el intento de explorar cómo estos relatos pueden resonar con las experiencias y preocupaciones de la sociedad contemporánea. En lugar de verlos como meros acontecimientos históricos, podemos entenderlos como narrativas que hablan a la condición humana en todas sus complejidades.

De esta manera, los relatos bíblicos no son simples “mitos” o “leyendas” como plante al modernismo, sino declaraciones profundamente verdaderas sobre la realidad última de la existencia. En este sentido, la Semana Santa no solo es un evento del pasado, sino una realidad presente que continúa desafiando y transformando nuestras vidas. Dicho de otra manera, los relatos de la Semana Santa pueden entenderse como metáforas poderosas de la experiencia humana. La pasión de Cristo, su muerte en la cruz y su resurrección nos hablan no solo de la historia de un individuo, sino de los temas universales de sufrimiento, redención y esperanza que resuenan en cada ser humano.

Los teólogos de la Radical Orthodoxy nos recuerda que estas narrativas no son simplemente historias morales o ejemplos edificantes, sino declaraciones sobre la naturaleza misma de la realidad y la condición humana. En la pasión de Cristo vemos la radicalidad del amor divino que se entrega completamente por la humanidad caída, mientras que en su resurrección encontramos la promesa de una nueva vida y una nueva creación.

Penitencia, ayuno y oración en la espiritualidad post-moderna

En el contexto de la espiritualidad post-moderna, las prácticas tradicionales de penitencia, ayuno y oración adquieren una nueva relevancia y significado. Mientras que en épocas anteriores estas prácticas podían ser percibidas como rituales vacíos o meros formalismos, hoy se nos revelan como caminos hacia una mayor profundidad espiritual y una conexión más íntima con lo divino.

La penitencia, entendida como el reconocimiento y la contrición por nuestros errores y pecados, se convierte en un recordatorio constante de nuestra humanidad frágil y finita. En un mundo donde la perfección y el éxito son valores supremos, la penitencia nos invita a abrazar nuestras limitaciones y a reconocer nuestra necesidad de gracia y perdón.

El ayuno, por su parte, se presenta como una práctica de desapego y renuncia, en contraposición al consumismo y la búsqueda desenfrenada de placer que caracterizan la cultura contemporánea. Al negarnos a nosotros mismos en ciertas áreas de nuestra vida, abrimos espacio para una mayor receptividad espiritual y una comunión más profunda con lo divino.

La oración contemplativa, especialmente en un contexto de ausencia de la Misa o de otros rituales formales, emerge como un camino privilegiado hacia la experiencia directa de lo sagrado. En un mundo saturado de estímulos y distracciones, la oración contemplativa nos invita a entrar en el silencio interior y a abrirnos a la presencia amorosa de Dios que habita en lo más profundo de nuestro ser.

Estas prácticas no son simples ejercicios piadosos, sino actos de resistencia y subversión que desafían las estructuras de poder y dominación que caracterizan la sociedad contemporánea. En un mundo obsesionado con el control y la eficiencia, la penitencia, el ayuno y la oración nos recuerdan que hay fuerzas y realidades más allá de nuestro control humano y que nuestra verdadera libertad y realización se encuentran en la entrega total a lo divino.

La comunidad de fe en la experiencia espiritual

En un mundo cada vez más individualista y fragmentado, la comunidad de fe cristiana adquiere una importancia aún mayor como lugar de encuentro y solidaridad en la búsqueda de lo sagrado. La comunidad no es simplemente un agregado de individuos, sino un cuerpo orgánico que refleja la presencia misma de Dios en el mundo.

A través de la participación en la comunidad cristiana, experimentamos la comunión de los santos, la presencia viva de Cristo en medio de nosotros y el poder transformador del Espíritu Santo que nos une en un solo cuerpo. Ante la división y el conflicto, la comunidad cristiana se convierte en un testimonio vivo del amor reconciliador de Dios que trasciende todas las barreras y diferencias humanas.

Conclusiones

En este artículo, hemos explorado la espiritualidad cristiana desde una perspectiva post-moderna, en diálogo con los principios de la Radical Orthodoxy. Hemos visto cómo la Semana Santa, con sus relatos de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, puede reinterpretarse como metáforas poderosas de la condición humana en la era contemporánea. Además, hemos examinado la importancia de prácticas espirituales como la penitencia, el ayuno y la oración contemplativa en el contexto de la espiritualidad post-moderna, así como el papel crucial de la comunidad cristiana como lugar de encuentro y solidaridad en la búsqueda de lo sagrado.

En última instancia, lo que emerge de este análisis es una visión de la espiritualidad cristiana como un camino de resistencia y subversión en un mundo dominado por el consumismo, el individualismo y la injusticia. La Radical Orthodoxy nos invita a rechazar las narrativas seculares de progreso y éxito y a abrazar en su lugar la verdad radical del Evangelio, que nos llama a una vida de humildad, sacrificio y amor desinteresado.

En un mundo marcado por la incertidumbre y la fragmentación, la espiritualidad cristiana ofrece una visión de esperanza y redención, basada en la promesa de un amor divino que trasciende todas las barreras y diferencias humanas. En la Semana Santa, encontramos el recordatorio más poderoso de esta verdad fundamental: que el amor de Dios, manifestado en el sacrificio de Cristo en la cruz, es la fuerza que puede transformar nuestras vidas y renovar el mundo.

Que esta reflexión nos inspire a abrazar con renovado vigor la espiritualidad cristiana en todas sus dimensiones, y a vivir cada día como si fuera un día de Semana Santa, recordando la verdad radical del Evangelio y compartiendo su amor transformador con todos los que nos rodean.


Bibiografía recomendada

Caputo, John D. Hermeneutics: Facts and Interpretation in the Age of Information. Indiana University Press, 2018.

De Lubac, Henri. Catholicism: Christ and the Common Destiny of Man. Ignatius Press, 1988.

Hauerwas, Stanley. Resident Aliens: Life in the Christian Colony. Abingdon Press, 2014.

Milbank, John, et al. The Future of Love: Essays in Political Theology. SCM Press, 2009.

Milbank, John. Theology and Social Theory: Beyond Secular Reason. Wiley-Blackwell, 2006.

O’Collins, Gerald. The Easter Jesus. Oxford University Press, 2008.

Smith, James K. A. Radical Orthodoxy: A New Theology. Routledge, 2009.

Taylor, Charles. A Secular Age. Harvard University Press, 2007.

Vattimo, Gianni. After Christianity. Columbia University Press, 2002.

Ward, Graham. Christ and Culture. Wiley-Blackwell, 2005.

Ilaria L.E. Ramelli: “The Christian Doctrine of Apokatastasis” texto para descargar

Es un placer presentar a todos los lectores de Documenta Theologica el monumental y admirable trabajo de la brillante académica Ilaria Ramelli The Christian Doctrine of Apokatastasis, que ustedes pueden leer desde este mismo sitio o bien descargarlo. Al final del archivo traemos una breve reseña.

La autora

Ilaria Ramelli nació en Italia en 1970. Su trayectoria académica ha sido una sinfonía magistral de exploración intelectual y erudición exquisita, que ha iluminado las sendas del conocimiento en las más prestigiosas instituciones académicas del mundo.

Su obra se distingue por un enfoque meticuloso y multidisciplinario, donde las complejidades del cristianismo primitivo, la patrística y la filosofía neoplatónica se entrelazan en un tapiz intelectual de una riqueza inigualable. Ramelli ha desempeñado un papel destacado en la Universidad Católica del Sagrado Corazón en Milán, Italia, donde su sabiduría ha nutrido las mentes jóvenes ávidas de conocimiento. El aura de su erudición ha trascendido fronteras, llevándola a ocupar roles distinguidos en instituciones de renombre mundial. Su paso por la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, ha sido un testimonio de su excelencia académica, mientras que su estancia como investigadora visitante en la Universidad de Princeton, en Estados Unidos, ha sido un tributo a su reconocida maestría en los dominios del conocimiento.

La obra de Ilaria L.E. Ramelli, “The Christian Doctrine of Apokatastasis“, emerge como una brillante exploración que desafía las convenciones teológicas establecidas, adentrándose en un viaje intelectual hacia las profundidades del pensamiento cristiano.

En el corazón de la obra de Ramelli late una hipótesis audaz y provocadora: el resurgimiento de la doctrina de la apokatastasis como una corriente vital en el torrente del pensamiento cristiano. Este concepto, arraigado en la tradición neo-platónica, se alza como una visión redentora que desafía las narrativas lineales y binarias, y postula la restauración universal a través de la gracia divina. La autora nos guía a través de un laberinto de textos sagrados y tratados teológicos, tejiendo una narrativa que abarca desde los orígenes de la doctrina en el Nuevo Testamento hasta su resplandor en el pensamiento de Eriugena en la Edad Media. En este viaje, desentrañamos los matices de la apokatastasis, explorando su evolución a través de las corrientes del tiempo y del espacio teológico.

En su análisis crítico, Ramelli no teme cuestionar las narrativas establecidas y desafiar las ortodoxias teológicas cuestionando las dicotomías simplistas del bien y el mal, la salvación y la condenación, y nos invita a considerar nuevas posibilidades de redención y restauración en un mundo fragmentado y complejo.

Esta exploración trasciende lo puramente intelectual, adentrándose en el abismo de las implicaciones metafísicas y éticas de la apokatastasis. ¿Qué significan estas reflexiones para nuestra comprensión del sufrimiento humano, la justicia divina y la naturaleza del cosmos? ¿Cómo podemos habitar este espacio intermedio entre la esperanza y el desespero, entre la gracia y el juicio?

Un aspecto fascinante de la obra de Ramelli es su exploración de la hermenéutica de la apokatastasis. ¿Cómo interpretamos los textos sagrados a la luz de esta doctrina? ¿Qué implicaciones tiene para nuestra comprensión del amor divino y la redención universal? Ramelli nos desafía a reconsiderar nuestras metodologías hermenéuticas y a abrirnos a nuevas posibilidades interpretativas.

Este libro también plantea preguntas importantes sobre el papel de la apokatastasis en el diálogo interreligioso. ¿Cómo se relaciona esta doctrina con otras tradiciones religiosas y filosóficas? ¿Hay puntos de convergencia o divergencia que merecen nuestra atención? Ramelli nos invita a explorar estas cuestiones con mente abierta y corazón receptivo.

En última instancia, “The Christian Doctrine of Apokatastasis” de Ilaria L.E. Ramelli emerge como un llamado apasionado a la reimaginación teológica en un mundo posmoderno. A través de su análisis profundo y perspicaz, Ramelli nos desafía a abandonar las seguridades de las narrativas establecidas y a abrazar la complejidad y la ambigüedad de la fe cristiana. En un mundo fracturado y fragmentado, la apokatastasis resuena como un eco de esperanza, una visión de redención universal que trasciende las limitaciones de nuestro entendimiento humano.

Apokatastasis: justicia y misericordia en la naturaleza de Dios

Hace unas semanas una alumna planteó en clase, sin muchos rodeos, cómo Dios podría soportar el tormento eterno de sus criaturas. La referencia al universalismo, o mejor dicho a la αποκαθιστώ – apokatastasis fue muy poco disimulada, al tiempo que mostraba una importante pericia en alguien tan joven. Podríamos decir, de forma muy sucinta que se trata de la idea de la restauración o renovación final de todas las cosas. Se trata entonces de una narrativa de esperanza y potencialidad abierta en el kosmos teológico. Este concepto desafía las estructuras metafísicas tradicionales al proponer una visión de la realidad como un tejido interconectado de posibilidades y narrativas en constante flujo. Así, el universo es inherentemente dinámico y creativo, y que la redención y la restauración son fuerzas que operan en todos los niveles de la existencia.1

El tema da para largo y la discusión puede ser muy interesante, pero quisiera ahora limitarme sólo a un aspecto: la relación entre justicia y misericordia de Dios. Existen momentos en los que es mejor callarnos, existen momentos en los cuales lo mejor es el silencio, reconociendo que no podemos acceder a toda la verdad, por lo menos no en esta vida, en esta condición en la que nos encontramos ahora. Nuestra inteligencia está limitada y herida por el pecado, la luz que nos permite ver no es plena, sino que está filtrada por nuestra condición. San Pablo alude a esto en 1 Corintios 13: 12:

Porque ahora vemos como en espejo, oscuramente; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como también soy conocido. (BAC)

Decir que Dios es justo y misericordioso es poco, es incompleto, porque en Dios esa dualidad no puede existir: Dios es la Justicia y la Misericordia al mismo tiempo, es la forma pura, es el Ser-en-Si-Mismo, es potencia y acto, es el que existe por sí mismo y en ese mismo sentido, sólo él y en él, esos dos conceptos no son conceptos sino realidad.

Nosotros vemos la justicia de Dios como limitada por la misericordia, pero en realidad, en Dios ambas se conjugan como parte de su esencia de una manera que para nosotros no es accesible.2 Este Νουμηνικός Θεός es un Ente (el verdadero y el único por definición, mientras que los demás lo somos por participación)3 permanece inaccesible para nosotros, sino sólo a las representaciones y concepciones limitadas.

Por lo tanto, en vez de eirigirnos como hermeneutas autorizados, quizás sería conveniente reconocer nuestra limitación en un mundo caído y como seres que han caído, y que sólo por una restauración de nuestra naturaleza podremos llegar a la Theosis y entonces, sólo entonces Apocalipsis 22: 4 se hará una realidad:

Y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.


Notas

1Remitimos al fundamental Ramelli, Ilaria, The Christian Doctrine of Apokatastasis, Leiden – Boston, Brill, 2013.

2Kant, Immanuel, Crítica de la razón pura. Edición bilingüe. Traducción, estudio preliminar y notas de Mario Caimi. México: FCE, UAM, UNAM; 2009.

3Rodríguez Velasco, Edwin Leonardo, Fundamentos tomistas para una filosofía del hombre, Autoreseditores, 2023.

Pedro: heroísmo y fragilidad

Los Sermones de San Agustín son únicos: vibramntes, actuales, anclados en la Escritura. Quien los lee puede imaginar al Doctor de la Gracia exponiendo con cuidado, con erudición y con pasión. Hoy quisiera rescatar un breve fragmento del Sermón 286, especialmente en su referencia a San Pedro. Allí San Agustín aborda dos características del hombre: por un lado la herocidad, pero por otro su fragilidad. El análisis sobre San Pedro lo realiza en el contexto de la fiesta de los mártires Gervasio y Protasio

¿Qué hemos de decir de Pedro? Anunció a Cristo, fue enviado a evangelizar aun antes de la pasión del Señor. Sabemos, en efecto, que los apóstoles fueron enviados a anunciar el Evangelio; fue enviado y lo anunció. ¡Cuán superior era a aquellos judíos que temían confesarlo públicamente! Pero, con todo, aún no era comparable a Gervasio y Protasio. Ya era apóstol, el primero de ellos; estaba unido al Señor. Se le había dicho: Tú eres Pedro, pero aún no era Gervasio o Protasio, aún no era Esteban, ni el niño Nemesiano; aún no era esto Pedro. Aún no era lo que ciertas mujeres o niñas, lo que Crispina., lo que Inés; aún no era Pedro lo que la debilidad femenina de estas.

Yo alabo a Pedro, pero comienzo sintiendo rubor ante él. ¡Qué alma tan dispuesta, pero que no sabía medir sus fuerzas! En efecto, de no estar dispuesta, no hubiese dicho al Salvador: «Moriré por ti». Y, aunque sea preciso morir contigo, no te negaré. Pero el médico que sabía auscultar el corazón le pronosticó lo crítico y peligroso de su estado. ¡Qué entregas tú —dice— la vida por mí!. Advierte cuál es el orden debido. La entrego yo primero. ¡Qué entregas tú la vida por mí! En verdad te digo que antes de que el gallo cante me habrás negado tres veces. El médico pronosticó lo que desconocía el enfermo. El enfermo se dio cuenta de que había presumido sin motivo cuando le preguntaron: ¿Eres tú de ellos?. La criada que le hizo la pregunta era la fiebre. Ved el acceso de fiebre que no se va. ¿Qué decir? Ved que Pedro está en peligro, que muere. ¿Qué otra cosa es, en efecto, morir sino negar la vida? Al negar a Cristo, negó la vida, murió. Pero el Señor que resucita los muertos le miró, y Pedro lloró amargamente. Al negarlo pereció y al llorar resucitó. Como convenía, murió antes el Señor por él, y luego, como lo exigía el justo orden, murió Pedro por el Señor. Luego le siguieron los mártires. Se inauguró un camino lleno de espinas, pero que, al ser pisoteado por los pies de los apóstoles, se hizo más suave para los que les siguiesen.

San Agustín, Sermón 286. Trad Pío de Luis Vizcaíno, O.S.A

El diálogo se abre con una apreciación de la valentía de Pedro como pionero en la proclamación del Evangelio, posicionándolo en un espacio de vanguardia espiritual incluso antes de los eventos cruciales de la pasión de Cristo. Esta narrativa, impregnada de una ruptura con los cánones convencionales, desafía las nociones rígidas de santidad y redención. Los Santos no son santos porqyue no hayan caído, sino a pesar de sus caídas cuando son regenerados por Cristo y cumplen con la Voluntad del Señor.

San Agustín nos sumerge en el conflicto interno de Pedro, manifestado en su declaración inicial de estar dispuesto a sacrificar su vida por Jesús y su posterior negación, como había sido profetizado por Cristo. El Doctor de Hipona, en un gesto que borra las fronteras entre la certeza y la duda, entre la fortaleza y la fragilidad, revela así la complejidad de la experiencia humana en el ámbito espiritual.

La negación de Pedro se manifiesta como un momento de “muerte espiritual“, un concepto fluido y multifacético que desafía las narrativas lineales de caída y redención. San Agustín, en un acto de deconstrucción teológica, propone una visión dinámica del perdón y la redención, donde la oscuridad y la luz coexisten en un continuo de transformación y crecimiento espiritual. La figura de Pedro se presenta como un símbolo de la búsqueda constante de significado y trascendencia en un universo fragmentado y en constante cambio.

Esta reinterpretación del discurso de San Agustín sobre Pedro nos invita a explorar las complejidades de la experiencia humana en el ámbito espiritual sin recurrir a las etiquetas predefinidas, desafiando así las categorías convencionales y abrazando la fluidez y la ambigüedad inherentes a la condición humana.

Tipología bíblica: diez casos pasados por alto

He terminado el libro Biblical Typology de Vern S. Poythress profesor de Nuevo Testamento, Interpretación Bíblica y Teología Sistemática en el Seminario Teológico de Westminster en Filadelfia, Pensilvania. Se trata de un volumen muy interesante donde el autor analiza cómo el Antiguo Testamento presagia a Cristo, la Iglesia y la consumación a través de τύποι (týpoi – tipos) que apuntan hacia el cumplimiento.

Como señalábamos, estos τύποι son personajes, objetos y eventos simbólicos que señalan a la figura culminante de Cristo. Algunos de estos “τύποι” son evidentes ya que el Nuevo Testamento los menciona extensamente. Por ejemplo, el sacerdocio de Aarón y sus descendientes, delineado en la ley mosaica, encuentra su consumación en el sacerdocio celestial de Cristo, tal como se expone en Hebreos 5–10. La celebración de la Pascua, que conmemora la liberación de Israel de la esclavitud en Egipto por obra de Dios, halla su realización en la muerte de Cristo, el Cordero Pascual, como se expresa en 1 Corintios 5:7:

Porque Cristo, nuestra Pascua, ha sido sacrificado“.

De esta manera, Cristo nos libera de la esclavitud del pecado y de la muerte. La Última Cena, como se registra en los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, fue una celebración de la Pascua, pero adquirió un nuevo significado cuando Jesús estableció el νέα διαθήκη (nuevo pacto), como se menciona en los siguientes pasajes:

Mateo 26:28:

Pues ésta es mi sangre del nuevo Testamento, que es derramada por muchos para remisión de los pecados.

Marcos 14:24:

Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo Testamento, que es derramada por muchos.

Lucas 22:20:

De la misma manera, después de haber cenado, tomó también la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo Testamento en mi sangre, que por vosotros se derrama.

Esta Cena del Señor se convierte en algo central para la iglesia, superior a la festividad anual de la Pascua para Israel.

Sin embargo, estos τύποι evidentes apenas sobrevuelan la superficie. Muchos personajes, eventos e instituciones del Antiguo Testamento poseen una dimensión simbólica que apunta hacia Cristo y su obra. A pesar de ello, nunca igualan la grandeza de la obra de Cristo, la cual es singular y sin igual. Por lo tanto, podríamos pasar por alto gran parte de su significado si no reconocemos su naturaleza simbólica, incluso cuando no hay una correspondencia exacta.

Aquí hay diez τύποι menos conocidos que apuntan a Jesús. No todo el mundo está de acuerdo, lo cual es una de las razones por las que son menos conocidos.

Que se haga la luz

Dios creó hablando, incluida la creación de la luz en Génesis 1:3. Los discursos individuales en Génesis 1 se derivan del gran y eterno discurso de Dios mencionado en Juan 1:1:

«Εν αρχη ην ο λογος, και ο λογος ην προς τον θεον, και θεος ην ο λογος.»

Juan 1 continúa indicando que “[todas] las cosas fueron hechas por medio de él [el Verbo]” (versículo 3), aludiendo así a Génesis 1. Juan 1 confirma que el Verbo eterno, ahora encarnado, fue el agente de la creación junto con el Padre y el Espíritu.

Jesús también dice en Juan 8:12: “Yo soy la luz del mundo“. La luz física, creada por Dios en el Génesis, anticipa a Jesús, quien es la luz espiritual culminante.

Enoc

En cuanto a Enoc, Dios “lo llevó” cuando tenía 365 años (Gén. 5:23-24). Él no murió. Su victoria sobre la muerte anticipa la resurrección de Cristo.

La huida de Jacob de Siquem

Jacob y su familia estaban en peligro de ser aniquilados por los cananeos circundantes después de que sus hijos se vengaran de Siquem. Dios lo rescató y protegió mientras viajaba a Betel (Gén. 34:30–31; Gén. 35:5). Este evento, como muchos casos de rescate de la muerte, anticipa la obra de Jesús al rescatarnos de la muerte al sufrir la muerte y resucitar.

La oferta de Judá

Judá se ofreció como sustituto de Benjamín (Gén. 44:33), ofreciéndose a recibir el castigo que iba a caer sobre Benjamín. Mucha gente nota que José presagia a Cristo de varias maneras. Eso es más obvio. Pero es fácil pasar por alto este pequeño incidente con Judá.

El cruce del Mar Rojo

El pueblo de Israel descendió en medio de las aguas del mar (Éxodo 14:22), simbolizando la muerte, y subió al otro lado, simbolizando la resurrección. Es un tipo o presagio de la muerte y resurrección de Cristo (ver 1 Cor. 10:1-2).

Agua de la Roca

“Roca” es a veces un nombre para Dios (Deuteronomio 32:15, 18, 30, 31). En Éxodo 17:6 se le dijo a Moisés que golpeara la roca para que saliera agua. El pueblo era culpable de incredulidad y de quejarse contra Dios. Pero en lugar de golpear al pueblo, Moisés golpeó la roca, el símbolo de Dios. Simbólicamente, Dios tomó el castigo que le correspondía al pueblo. Y el resultado fue agua, que simboliza la vida. Esta imagen presagia la muerte de Jesús. Jesús, que es Dios, lleva el castigo debido a su pueblo. Y el resultado es el fluir del agua de la vida eterna (Juan 4:14; Juan 7:37–39; Juan 19:34; véase 1 Cor. 10:4).

Restauración de daños causados ​​por pastoreo o incendio

Para pagar un campo dañado, la persona responsable debe sustituir una cantidad igual con sus propios bienes. Esta restauración es un principio de justicia. Jesucristo fue nuestro sustituto para pagar la pena por nuestros pecados (Isaías 53:5–6; 1 Pedro 2:24).

Los ancianos de Israel ven a Dios

Éxodo 24:10–11 registra que los ancianos de Israel “vieron al Dios de Israel”. Para no morir, esta visión necesitaba ser mediada. Vieron al Dios de Israel en la persona del Hijo (Juan 14:9).

El bastón de Aarón que floreció

En Números 17:1–13, Dios le ordenó a Moisés que preparara una prueba con varas para cada tribu. El bastón de Aaron floreció de la noche a la mañana. La prueba confirmó que Aarón era el único linaje sacerdotal. Una lección es que sólo hay un punto de acceso a Dios. En el período mosaico, este era el sumo sacerdote, que prefiguraba a Cristo. Cristo es el único camino a Dios (Juan 14:6). Pero no nos perdamos nada más en el detalle. El nacimiento del bastón es una imagen de la vida a partir de la muerte. Prefigura así la resurrección de Cristo.

El burro de Balaam

En Números 22-24, Balaam actuó como profeta, incluso profetizando específicamente acerca de la venida del Mesías (Números 24:17). Cada profeta del Antiguo Testamento es, en un nivel básico, un tipo de Jesús, el profeta final (Heb. 1:1-2). Pero Balaam como persona es un personaje ambiguo, incluso desagradable. Su consejo a los moabitas condujo al desastre de Baal de Peor (Números 31:16). El Nuevo Testamento lo usa como un ejemplo negativo (2 Ped. 2:15-16; Judas 11; Apocalipsis 2:14).

No debemos pasar por alto el papel del asna de Balaam. El asna habló y actuó como profeta para el mismo Balaam, sirviendo para rescatarlo de la muerte al evitar al ángel con su espada desenvainada (Núm. 22:22–35). El rescate de Balaam es un tipo que nos señala a Cristo, quien permanentemente y definitivamente nos rescata del pecado y de la muerte.

Esta lista es un comienzo. Al estudiar cuidadosamente el Antiguo Testamento, podemos encontrar muchos otros puntos en los que el Antiguo Testamento proporciona sombras y símbolos que apuntan hacia la redención definitiva en Cristo.

El concepto de “Dios” en el Nuevo Pensamiento

Durante los últimos años estuve estudiando la corriente llamada “New Thought” o en español “Nuevo pensamiento”. Llegué a ella por mis lectura de los trascendentalistas, Emerson y todo su círculo (recomiendo la lectura del libro “Emerson entre los excéntricos“, de Carlos Baker) y pronto me vi imbuído en una larga bibliografía en la que se mezclaba panteísmo, cristianismo y “pensamiento positivo”.

Varios de los autores del “Nuevo pensamiento” crearon sus propias instituciones religiosas, las cuales fueron evolucionando. Si bien es cierto que muchas de ellas son consideradas por los académicos “nuevos movimientos religiosos”, varias tienen ya más de un siglo de existencia y muchas de sus ideas han penetrado en las denominaciones más tradicionales conformando una nueva forma de espiritualidad.

En este primer trabajo quisiera detenerme en qué entiende el “nuevo pensamiento” sobre Dios.

Nautilus una revista del Movimiento Nuevo Pensamiento , fundada por Elizabeth Towne.

Antes de comenzar, quisiera aclarar que estas ideas se encuentran de manera embrionaria en la obra de Ralph Waldo Emerson. En todo caso somos testigos de un desarrollo y un llevar a las últimas consecuencias las ideas del escritor y ensayista norteamericano, principalmente que Dios es un concepto o una fuerza universal y no una entidad personal. Esta distinción es importante y se basa en las enseñanzas y filosofía del movimiento.

En efecto, el “nuevo pensamiento” describe a Dios con frecuencia como un principio universal e impersonal que subyace en todo el universo. Esta concepción enfatiza que Dios es una fuerza o inteligencia creativa que está presente en todas partes y en todo momento. Esta visión se alinea más con la idea de un concepto abstracto que con una entidad personal con atributos humanos. De la misma manera el “nuevo pensamiento” enfatiza la existencia de leyes espirituales que gobiernan el universo, como la ley de la atracción y la ley de la causa y el efecto. Estas leyes se consideran fuerzas impersonales que responden a los pensamientos y creencias de las personas.

Lo que señalamos líneas arriba explica el porqué en muchas de las organizaciones del nuevo pensamiento se enfatiza el término “ciencia” en su denominación, como por ejemplo “Ciencia de la mente” o “Ciencia cristiana”. En efecto, la elección de la palabra “ciencia” se relaciona con la idea de que sus enseñanzas están basadas en principios y leyes espirituales que son tan precisos y aplicables como las leyes científicas.

Finalmente una característica del “nuevo pensamiento” es su enfoque en el poder de la mente y de la conciencia humana para influir en la realidad: las personas pueden utilizar su mente y conciencia para conectarse con la fuente divina y así poner de manifiesto cambios en sus vidas; por consiguiente Dios se experimenta como un “concepto” que se relaciona por medio del pensamiento y la conciencia, a la vez que se rechaza la antropomorfización de Dios.

En resumen, para el “nuevo pensamiento” Dios es tanto un principio universal o una energía divina presente en todo y en todos (destacando así la unidad ed todas las cosas y permitiendo el acceso de cada individuo a esa fuente divina) como una “Ley universal”, porque Dios se expresa por medio de leyes espirituales que rigen el Universo (verbigracia la ley de la atracción, o la ley de causa-efecto).

El reino de los cielos ¿Dentro de vosotros o entre vosotros?

El pasaje de Lucas 17: 20-21 es uno de los más complejos al momento de traducir del griego a cualquier lengua moderna. Esto se debe a la dificultad de volcar la expresión εντος υμων εστιν.

Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios εντος υμων εστιν.

Las mayorías de las traducciones vuelcan el texto señalado como “Entre vosotros” o “en medio de vosotros”, e incluso “ya está entre ustedes” como la Traducción en Lenguaje Actual1 y la Biblia de Jerusalén. No obstante, es bien conocida una traducción alternativa, que se remonta a la Vulgata por la cual, la respuesta de Jesús no es que el “reino de Dios está entre vosotros”, sino “dentro de vosotros”: Ecce enim regnum Dei intra vos est.

El término εντος puede traducirse “entre”, pero su principal acepción (y también la más literal) es “dentro”, “adentro”, “en el interior”. En efecto, ese es el sentido que se aplica a pasajes como Mt 23: 6:

¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro (ἐντὸς) del vaso y del plato, para que también lo de fuera (ἐκτὸς) sea limpio.

El término ἐκτὸς/ektos (fuera) es el antónimo de ἐντὸς/entos (dentro). Varias traducciones académicas y modernas reconocen como posible traducir ἐντὸς/entos por “entre” o “dentro”, y hay comentarios interesantes en sus notas, basándose en que la respuesta está dirigida a los fariseos, a quienes Jesús está reprendiendo. Así lo explica, por ejemplo Juan Straubinger:

Jesús se presentó en la humildad para probar la fe de Israel; pero las profecías, como también los milagros, mostraban que era el Mesías (Cf. 16, 16 y nota). Como observa el P. de la Brière y muchos otros, en el sentido no puede ser que el reino está dentro de sus almas, pues Jesús está hablando con los fariseos”.2

Lo mismo leemos en la nota al versículo 21 en la Biblia de Jerusalén:

Como una realidad ya operante. También se traduce «dentro de vosotros», lo que no parece estar directamente indicado en el contexto3

No obstante en su traducción del Nuevo Testamento, David Bentley Hart respeta la traducción de ἐντὸς/entos como “dentro”:4

[I]t is occasionally argued that this phrase [entos hymōn] would be better translated “among you” or “in your midst,” especially by those who instinctively prefer social to mystical construals of Jesus’s teaching; but this is surely wrong. Entos really does properly mean “within” or “inside of,” not “among,” and Luke, in both his Gospel and the book of Acts, when meaning to say “among” or “amid,” always uses either the phrase…[en meso] or just [en], followed by a dative plural; and his phrase for “in your midst” is [en meso hymōn] as in [Luke] 22:27…He uses entos only here, with a distinct and special import.

Pero el contexto no es de Jesús sólo frente a los fariseos, sino de la pequeña comunidad de Jesús y sus discípulos frente a los fariseos. En efecto, en el versículo 22 se inicia un discurso que abarca hasta el versículo 37 dirigido a sus discípulos. Por consiguiente, la traducción “dentro” está sostenida por la utilización del mismo vocablo ἐντὸς/entos en Mt 23: 6 como por los versículos siguiente, cuando continúa hablando a los discípulos. Sin embargo, hay una tercer posibilidad, y es que se trate de una interiorización del reino: la confirmación del reino espiritual y al mismo tiempo el rechazo al establecimiento de un orden político temporal en el que creían los judíos del primer siglo, tanto los fariseos como los mismos discípulos de Jesús.


Notas

1Traducción al Lenguaje Actual es una versión de la Biblia que se caracteriza por buscar que el texto bíblico sea más accesible a los lectores contemporáneos; su primera edición es de 1986 por la Sociedad Bíblica de América Latina.

2Straubinger, Juan, La Santa Biblia…, vol II, Club de Lectores, Buenos Aires, 1991, p., 104.

3Biblia de Jerusalén, Desclee de Brouwer, Bilbao, 1975, p., 1484.

4Bentley Hart, David, The New Testament. A Translation, Yale University Press, New Haven, 2017.

Desafiando las Creencias Tradicionales: ‘Raising Hell’ y la Reevaluación de la Doctrina del Infierno

Terminé de leer con mucho entusiasmo el libro “Raising Hell” de Julie Ferwerda. Leí el libro de un tirón en su versión en inglés, aunque también hay una versión en español.

Es un libro provocativo que arroja una luz reveladora sobre la doctrina del infierno y cuestiona las creencias tradicionales que han prevalecido durante siglos. Con una mirada crítica y perspicaz, la autora nos invita a cuestionar las aparentes contradicciones y dudas que rodean la idea del tormento eterno y a explorar una visión radicalmente diferente del propósito amoroso de Dios para la humanidad.
Desde el inicio, Ferwerda plantea una serie de preguntas impactantes que han desconcertado a generaciones de creyentes. ¿Es posible que los padres amen más a sus hijos que a Dios? ¿Por qué se nos pide perdonar a nuestros enemigos cuando Dios parece no hacer lo mismo? ¿Es justo ser castigado por toda la eternidad por pecados cometidos en una vida breve? Estas interrogantes, entre otras, forman el punto de partida para una exploración profunda y valiente.
El libro de Ferwerda no se limita a plantear preguntas incisivas, sino que también ofrece un análisis histórico, filosófico y bíblico convincente que desafía la doctrina del tormento eterno. Examina por qué el infierno no se menciona en el Génesis ni en el Antiguo Testamento, y por qué figuras como el apóstol Pablo no abordaron este tema. Además, cuestiona cómo la posición ortodoxa de la Iglesia primitiva evolucionó durante siglos después de Cristo y cómo los teólogos aún debaten si somos salvos por elección o libre albedrío.

“Raising Hell” es una obra que desafía a los lectores a cuestionar sus creencias arraigadas y a considerar una perspectiva más inclusiva y compasiva. Julie Ferwerda abre la puerta a una visión radical de las “Buenas Nuevas” y presenta argumentos sólidos sobre por qué la doctrina del tormento eterno podría ser uno de los engaños más perjudiciales de la Iglesia moderna.
En resumen, “Raising Hell” es un libro valiente que invita a la reflexión y la reevaluación de creencias profundamente arraigadas. A través de preguntas incisivas y un análisis convincente, Julie Ferwerda desafía la doctrina tradicional del infierno y ofrece una perspectiva que busca un Dios compasivo y amoroso para toda la humanidad. Este libro es esencial para aquellos que desean explorar una visión más inclusiva y misericordiosa de la espiritualidad y las creencias religiosas. Una obra que promete abrir los ojos y cambiar la forma en que entendemos el concepto del tormento eterno en la fe cristiana.

El libro se puede descargar de forma gratuita de la página que preparó la autora https://raisinghellbook.com/. Allí el lector encontrará tres versiones: una versión completa en inglés, otra abreviada en el mismo idioma y finalmente una traducción al español realizada por José Soto Puerta y Eva Vigouroux titulada “Controversia infernal”. Recomiendo también a los interesados visitar el canal de Youtube de la autora.