Lo dije cien veces y lo vuelvo a decir: hay centenares de ex anglicanos, conversos la Fe Católica que están llamando a los gritos a las puertas de la Tradición… y los representantes de la tradición los están abandonando en manos de la Iglesia Conciliar, Neomodernista y Neo-Protestante.
Estos anglo-católicos que hoy piden ser escuchados están siendo abandonados. Nuestro Señor dice que el árbol se reconoce por sus frutos. ¿Cuáles han sido los frutos tras la conversión?
- Abandonaron una falsa religión, herética y cismática.
- Reconocieron la invalidez de sus ordenes.
- Realizaron la profesión de fe Tridentina, la sumisión al Romano Pontífice del Concilio Vaticano (I) y el juramento antimodernista.
- Algunos han procedido a revalidar sus ordenes.
- Denuncian el modernismo.
- Celebran (una vez que tienen ordenes válidas) la Santa Misa según los rituales válidos, jamás el Novus Ordo: la Santa Misa de San Pio V y el inmemorial uso de Sarum.
¿Qué vemos en sus capillas abarrotadas? Personas que viven una espiritualidad tradicional y perfectamente católicas, que desean ser católicos, que critican al Concilio, que rechazan el “magisterio conciliar” y que en todo se parecen a nosotros? La pregunta es obvia ¿Qué esperamos para darles una mano? Estos ex-anglicanos están más que nunca acorralados: o se unen a una Roma que les dará protección y una capilla en su mega-iglesia conciliar, o se mantienen aislados: de Roma, de los tradicionalistas que los rechazan, de los anglicanos herejes a los cuales desprecian y se separaron… pero si se mantienen así, corren el riesgo a terminar siendo pequeñas sectas, las famosas Iglesia Continuantes que sobreabundan en el anglicanismo tradicional.
Hoy más que nunca debemos plantearnos este problema: cientos de miles esperan ser recibidos ¿Hasta cuando podremos simular que no oímos nada?