Non Possumus
Lo que no podemos aceptar
En los Hechos de los Apóstoles se nos enseña que tras curar a un paralítico de nacimiento, San Pedro y San Juan fueron llevados a compadecer ante el Sanedrín luego de haber sido apresados por toda una noche (Act IV, 3); y cuando “todos los príncipes, los ancianos y los escribas en Jerusalén” les interrogaron “¿Con qué poder o en que nombre de quien habéis hecho esto vosotros?”, Pedro, el Príncipe de los Apóstoles les contestó lapidariamente:
“… Sea manifiesto a todos vosotros y a todos el pueblo de Israel que en nombre
de Jesucristo Nazareno, a quien vosotros habéis crucificado, a quien Dios
resucitó de entre los muertos, por Él, éste se halla sano entre vosotros.
El es la piedra rechazada por vosotros los constructores, que ha venido a ser
piedra angular. En ningún otro hay salvación, pues ningún otro nombre nos hasido dado bajo el cielo, entre los hombres, por el cual podamos ser salvos” (Act
IV, 10-12).
Los sacerdotes estaban perplejos y furiosos y sin saber bien que hacer con Pedro y Juan los amenazaron para que no predicaran más el Evangelio de Nuestro Señor. Pero Pedro y Juan contestaron:
“Juzgad por vosotros mismos si es justo ante Dios que os obedezcamos a vosotros
más que a El; porque nosotros NO PODEMOS dejar de decir lo que hemos visto y
oído”.
Ahora bien, hoy en día otros discípulos son llevados a compadecer ante los Escribas, Sacerdotes y Ancianos, y a estos también se les dice “¡No prediquen más!”, se les dice: “¡callen!”. Desde el Concilio Vaticano II se enseña publica y manifiestamente por la jerarquía católica una nueva religión, la religión del Novus Ordo Missae, esta religión es como señaló Monseñor Lefebvre una religión no-católica, tiene su propio catecismo, tiene su propia misa (la “Misa Bastarda”), sus propios sacramentos (dudosos todos, especialmente el del Orden Sagrado), su propio Derecho Canónico… tiene su propia jerarquía, compuesta por la antigua jerarquía católica que apostató en masa para ingresar en esta “Iglesia Conciliar” oficialmente iniciada el 21 de Noviembre de 1964, cuando Paulo VI (Giovanni Baptista Montini) promulgó Lumen Gentium, la “Constitución Dogmática de la Iglesia”.
Desde aquel momento se inició la resistencia, incluso desde mucho antes: verbigracia textos como “Complot contra la Iglesia” (firmado con el pseudónimo Maurice Pinay) circularon entre los padres conciliares advirtiendo de los peligros que se cernían. Quienes poseían la potestad de conservar y mantener el depósito de la fe, teniendo los poderes necesarios para haber actuado (C.I.C 1917, Can 335) no lo hicieron, antes bien, fueron cómplices, prefirieron la gloria de los hombres antes que la de Dios, prefirieron las “palabras que sonaban bien” antes que defender la Sana Doctrina. ¿Qué juicio se cernirá sobre los traidores de aquellos tiempos?:
“El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene ya quien lo juzgue; la
palabra que yo he dado, ésa lo juzgará en el último día, porque yo no he hablado
de Mí mismo; el Padre mismo, que me ha enviado, es quien me mandó lo que he de
decir y hablar, y Yo sé que su precepto es la vida eterna. Así pues, las cosas
que Yo hablo, las hablo según el Padre me ha dicho” (Jn XII, 48-50).
¡Obviamente que el mundo iba a odiar esa verdad y la quería alterar!
“Yo les he dado tu palabra, y el mundo los aborreció porque no eran del mundo,
como Yo no soy del mundo” (Jn XVII, 14)
Y el mundo, cuyo Príncipe es el Demonio (Jn XII, 31), tuvo su oportunidad en el Concilio… pero Nuestro Señor dijo:
“Y Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las
puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mat. 16, 18).
¡El Demonio no puede prevalecer sobre la Iglesia, que es Una, Santa, Católica y Apostólica! Pero si puede extraviar a sus hombres, y si lo hace es porque Dios se lo ha permitido porque Dios ha hecho venir “la hora de la tentación… para probar a ,los moradores” de la tierra. A ellos los ha despojado aún de lo que no tienen (Mt XXV, 29), de la Gracia y ha decidido probar a la Iglesia Militante mostrando su justicia y su misericordia. Tiempos terribles los de esta prueba, pero quienes tienen la Fe, quienes guardan el “depósito” (la Tradición) “evitando las palabrerías vanas y las contradicciones de la falsa ciencia que algunos profesan, extraviándose” (I Tim VI, 20) a ellos se les recuerda que nada hay que temer “por lo que tienes que padecer” (Apoc II, 10).
Hoy estamos todos los católicos ante la misma situación de San Pedro y San Juan, se nos prohíbe manifestar la Fe Católica y se nos quiere obligar a aceptar una nueva fe que es extraña a la nuestra, a la de nuestros padres. Y estos lo hacen desde las posiciones de la Jerarquía que ocupan y nos dicen que el Papa, “ministro de la unidad” ha promulgado todo este nuevo evangelio, este nuevo catecismo, este nuevo derecho canónico, estos nuevos sacramentos y sobre todo esta “nueva” Misa… la jerarquía misma, infectada por los errores ha promulgado para toda la Iglesia como “Verdad” a la “cloaca de todas las herejías”, tal como San Pío X llamó al modernismo.
Como católicos sabemos que la Verdad es una, y la verdad es el mismo Cristo, porque él dijo “Yo soy la verdad” (Jn XIV, 6). Estamos obligados a permanecer fieles a la verdad. No podemos servir a dos señores, no tenemos alternativa: o somos fieles a Cristo o nos inclinamos ante el Mundo y predicamos lo que halaga al mundo, que viene de la boca de su Príncipe.
Los enemigos de la Iglesia se han incrustado en ella en su deseo de destruirla. ¿Podemos permitirlo? La Resistencia Católica está, hoy más que nunca siendo atacada, recibe golpes, es insultada, es perseguida y poco a poco muchos de sus antiguos héroes están cayendo, como en la batalla de Gélboe…
Hoy la Resistencia Católica en su conjunto está ante la figura de Ratzinger, quien tienta con la oferta de “soluciones canónicas”. Ya sabemos quienes dirán “no”. Ellos fueron fieles desde el comienzo y jamás tuvieron fe en el nuevo ocupante de la Santa Sede… algunos incluso recordaron cuando Monseñor Marcel Lefebvre lo tildó de “anticristo”. Pero hay otros que pueden estar por claudicar ¿Serán ellos los destinatarios de una Elegía como la que David compuso para Saúl y Jonathan? Hoy la Fraternidad San Pío X parece más vulnerable que nunca ante la oferta del Vaticano… hoy parece que su superior general, Monseñor Bernard Fellay pactará con Roma tras recibir con un caluroso aplauso “el gesto paternal” del Pontífice de la Iglesia Conciliar de levantar unas excomuniones que siempre fueron inválidas.
- ¿Podemos acaso, seguir a quienes aceptan la Revolución del Concilio Vatiano II en vez de la Tradición?
- ¿Podemos acaso callar ante la blasfemia contra la uni(ci)dad de la Iglesia de Cristo, de la Santa Iglesia Católica?
- ¿Podemos aceptar el Novus Ordo Missae como expresión ordinaria de la Fe Católica y considerar a la Santa Misa Católica de San Pío V como mero “rito extraordinario”?
- ¿Podemos aceptar las doctrinas heréticas, los rituales paganos, los escandalosos encuentros ecuménicos?
- ¿Puede acaso Monseñor Fellay obligarnos a reconocer como Católico a quien no lo es?
- ¿Puede Monseñor Fellay obligarnos a reconocer como sacerdotes u obispos a quienes fueron ordenados o consagrados con rituales dudosamente válidos?
¿PODEMOS ACEPTAR EL CONCILIO VATICANO II?
No, no, mil veces no.
El Árbol se reconoce por sus frutos… y los frutos del Concilio han sido estas décadas de “autodemolición” y de “apostasía silenciosa”, y sobre todo “publica y manifiesta”.
Hola! Siempre leo su Blog y todo lo que publica es bueno, muy bueno o excelente…pero OJO! si viera algo negativo, se lo \”escupo\” en la caraUn abrazo en Nuestro Señor!
La Verdad se dice Completa…los felicito!
Los autenticos tradicionalistas son los católicos, no los caprichosos que escogen la parte de la fe que les gusta, para mí están al mismo nivel que las sectas \”evangélicas\”,Se los digo de frente y con caridad.Marcos
viva la santa iglesia católica.viva el papa!viva cristo rey!
La Gran Opresora de todos los tiempos sigue intentando dominar conciencias. Afortunadamente esto ha terminado, por fin el hombre es libre.
I do not know what these other comments are talking about; but Vatican II is truly a departure from the One, Holy, Catholic and Apostolic Church. We must continue to pray for the Restoration of Holy Mother Church, to quote Pope St. Pius X:\”To restore all things in Christ.\”Although I do not take the position of sede vacantist (I leave that up to Christ), I do realize that this New Conciliar Church is not the same Catholic Church that raised countless great Saints. I am reading your blog and I am impressed by your Faith. The Church Militant lives and will overcome darkness through prayer and fasting in The name of Jesus Christ and His Catholic Church.Blessed Mother, Queen of Heaven: ora pro nobis.
Saludos desde Colombia. No se porque llegué a este lugar pero bueno, Dios solo sabe porqué me trajo aquí.Lo felicito por su Blog, he estado ojeando y leyendo entre líneas algunos temas, me quedé aquí en este y siento como cierta afinidad en esste momento histórico con las palabras de LEFEVBRE y la verdad yo estoy en las mismas ME DEDIQUÉ A SEGUIR SOLO A JESUCRISTO, pues es triste decirlo pero la IGLESIA CATÓLICA DESDE EL CONCILIO VATICANO II cambió totalmente el sentido de religiosidad y espiritualidad, con eso lo digo todo y hoy me siento es movida por mi PROPIA FE EN DIOS Y SU ÚNICO HIJO JESUCRISTO!! QUE ES LA MUESTRA DE AMOR MÁS GRANDE QUE HA DADO DIOS AL HOMBRE Y EL HOMBRE SIGUE SIN ENTENDER!! AMÉN!!
Buenisimo
me gusta el blog!gaby
Entonces ustedes no estan en plena comunion con la Iglesia Catolica, verdad? Ustedes consideran unicamente como valida la misa en latin…??? Correcto….? Porque entonces utilizan los RITUALES CATOLICOS en latin…(si ustedes piensan que los catolicos estan mal por celebrar en otras lenguas…?)Respeto su postura, pero crean mucha confusion…. Gracias
Anónimo los que te dejaron en un estado de confusión permanente son los modernistas que usurparon el Trono Petrino desde roncalli.http://panoramacatolico.info/articulo/los-que-piensan-que-han-vencido-ii
¿sos masón o que? gran opresora la masonería como brazo de la talmúdica mafia financiera que infiltró la iglesia con el modernismo.