La hipocresía de los conclavistas

Por Stehel.

Nota bene: el siguiente texto fue publicado originalmente como un comentario a la entrada sobre el obispón conclavista y plagiario José Ramón Gonzalez Cipitria (alias Sofronio) .

Es increíble el daño que pueden hacer estos falsos clérigos con sus doctrinas novedosas y sus condenaciones a todo rigor, propias de Torquemada. Quien esto escribe sostiene como inválidos los linajes de Lefebvre y de Thuc, pero, aun cuando esto no fuera así… la pregunta del millón de pesos es la siguiente: ¿qué hace esta gente para justificar su existencia y sus posiciones?

Lo que siempre digo es lo siguiente, y lo expongo en unos pocos puntos:

¿Acaso dicen “misas” votivas por la causa de la elección del Papa o añaden las oraciones de la misa “pro eligendo Romano Pontífice” como conmemoración en todas sus “misas”, como instruía el Cardenal Vicario de Roma a la muerte del Papa Pío XII? No. Hasta donde el equipo de Sursum Corda sabe, el único obispón thucista que hace eso es Markus Ramolla, que ciertamente no es conclavista.

¿Hacen alguna otra oración específica para tal fin? Hasta donde sabemos, solo las pseudo-religiosas que trabajan para el obispón Squettino Schatenhoffer ofrecen algunas oraciones de vez en cuando por ello.

¿Qué han hecho para restaurar la Iglesia Institucional o preparar el camino para eso? Nada, no tienen ni siquiera la intención de empezar a rellenar diócesis; sus pías uniones irregulares están dispersas y, salvo el grupo de Loya Loya, todas son inefectivas en la realidad.

Uno de los deberes del obispo católico es perseguir herejes: Squettino y Aonzo tienen ya tres décadas en el negocio y nunca han hecho nada efectivo para molestar a los modernistas e increparlos públicamente, ni en México ni en Argentina. El estúpido de González Cipitria, que le tiene miedo a Rojas Sánchez-Franco, menos aún podrá hacer algo en Santander.

Con respecto a los ministros sedevacantistas acéfalos, a ratos siguiendo a Johas y a su obispón Urbina Aznar, acorde a los obispones conclavistas, ellos son ministros ilegítimos, espurios, cismáticos y herejes… y a ratos son señores obispos y sacerdotes católicos. Que se definan. Si no lo son, entonces que los combatan con mayor rigor que a los modernistas; y si sí lo son, entonces que hagan paso a un lado y busquen otros pastos. De Aonzo no podemos decir nada por carecer de suficientes precisiones, pero donde está Loya Loya está también el grupo de Trento y dos o tres grupúsculos más en las cercanías; que se retire para que ellos se ocupen del trabajo, y él que se dedique a buscar fieles en otro lado. Otro tanto con Squettino, que tiene a Trento y otros cuatro grupos sedevacantistas en la misma ciudad. Otro tanto más con el sucio español casado. Que deje a Rojas y a Subirón Ferrandís trabajar, que ellos ya estaban ahí mientras él se dedicaba a idolatrar galletitas montinianas en el remanente cadavérico de la vieja Archicofradía de la Adoración Nocturna Española y participaba en los comités de Una Voce Cantabria.

Señores conclavistas: les tenemos una mejor proposición para su circo. Elijan a su “papa” entre ustedes. La doctrina católica nos dice que la elección del Papa compromete la indefectibilidad de la Iglesia ya que la misma se compromete a sí misma. Elíjanlo, que haga su trabajo… Una vez que nos demuestre que posee el Carisma de la Infalibilidad y que tiene la Potestad de las Llaves, que tiene órdenes válidas de algún lado y que la institución emulada por ustedes tiene las Cinco Notas y demuestra los criterios del milagro, la profecía y demás, entonces gustosos doblaremos la rodilla ante el Santo Padre y pediremos ser recibidos en su comunión.

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