Invitación para esta Cuaresma

Ayer fue miércoles de ceniza y con él comenzó la Gran Cuaresma, o también Μεγάλη Νηστεία, el “Gran ayuno”.

La cuaresma o Gran Ayuno nos prepara para ingresar al misterio de la Santa Pascua, a la contemplación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Para ello, durante estos cuarenta días ayunamos y nos abstenemos de ciertos alimentos, intensificamos la oración, tanto la pública como la privada, realizamos un examen de consciencia mucho más profundo, nos arrepentimos de nuestros pecados e intentamos repararlos. El ayuno, según la disciplina más segura (es decir la más antigua) no se realiza por el hecho de ayunar, ni tampoco es una licencia para comer como bestias ciertos alimentos: es no consumir ciertas comidas como mínimo hasta la noche. Tradicionalmente nos abstenemos de los productos animales (incluye el pescado), el alcohol y el aceite.

Más allá del ayuno, que da nombre a esta época del año, debemos centrarnos en la parte espiritual, porque ayunando de ciertos alimentos estamos alimentando nuestra disciplina y nuestro espíritu. Por eso queremos invitarlos, que además de seguir los correspondientes ayunos de Cuaresma dediquemos este mes a la lectura completa de los Cuatro Evangelios.

Alimentémonos durante estos cuarenta días de la comida que no perece, del pan de vida. Centremos nuestra vida en Cristo y para eso aprendamos de él según está en su Palabra; oremos continuamente, en cada momento que podamos para así mantenernos firmes en el Señor.

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