Irak, es en efecto al día de hoy un Estado joven. Es una creación de los Occidentales como respuesta ala problemática coyuntura de principios del siglo.XX,tras el desmoronamiento del imperio Otomano. Mientras el nacionalismo árabe se afirmaba con fuerza en luchas de clanes, los Ingleses y los Franceses, desarrollaron una estrategia
Digamos que adaptada a la situación, pero sobre todo apropiada a sus objetivos e intereses en toda la región.
Potencias erigidas como gendarmes del Oriente Medio a principios del siglo XX, Ingleses y Franceses iban así imponer a la región, una transición arbitrando con más o menos éxito, la competencia interior en el Islam, entre musulmanes Turcos y ärabes, pero en gran parte a costa de los cristianos.
Fue pues , en una época marcada por el genocidio Armenio y Caldeo, perpetrado por los Otomanos(casi 2Mill. De víctimas cristianas), cuando fue creada Jordania sobre un 70% de la antigua Palestina historica, y que por instigación de Churchill , se dibujaron sobre los territorios Asirio-caldeos, Árabes, Kurdos y Persas, las fronteras del Irak actual.
Se trataba de calmar provisoriamente el juego de las pretensiones nacionalistas árabes, la injusto precio del olvido de los Kurdos y su antiguo territorio , el Kurdistán de una parte, pero también se trataba de conducir a los cristianos autóctonos (asirio-caldeos) a la marginalidad y a la desaparición progresiva. Era cuestión por consiguiente , de crear un estado asirio-caldeo para asegurar la supervivencia de los cristianos de la región, pero la Sociedad de Naciones (predecesora de la ONU) no tuvo el coraje de hacerlo. El Hakkâri bastión montañoso del repliegue cristiano se le adjudicó a Turquía.
Para ser sinceros, el problema específico de supervivencia para los cristianos indígenas, viene de antiguo, pues hace alrededor de veinte siglos, Mesopotamia era un vasto territorio de rica civilización que se remontaba a la antigüedad. Una población numerosa, compuesta de judíos desde el exilio de Babilonia y seguidores de Zoroastro, presentes desde hacía largo tiempo, había visto desarrollarse sobre este terreno favorable, numerosas comunidades cristianas dinámicas: Asirios, Caldeos, y Nestorianos, hablando todos ellos una lengua parecida a la de Jesús , el Arameo.
La brutal invasión del Islam en esa región judeo-cristiana en el siglo VII floreciente (incluso con algún raro episodio de tolerancia) ha provocado el declive de los no musulmanes. A causa del Jihad, punta de lanza de la colonización islámica, los cristianos indígenas, -así como los judíos- desaparecieron progresivamente, al hilo de las persecuciones, esclavitud, expropiaciones, conversiones forzosas, etc. Sin embargo , bajo el imperio abásida , en los siglos VIII y IX, Bagdad se convirtió en un centro islámico reputado. Y esta gloria reivindicada por el Islam, era esencialmente debida a los cristianos locales, enrolados por los califas y sultanes. A causa de sus conocimientos bíblicos en hebreo y en griego, los cristianos fueron obligados a traducir al árabe las obras mayores de la ciencia y la filosofía greco-romana. Hunain ben Isaac, célebre intelectual cristiano(sirio) , animaba “La casa de la sabiduría” del califato de Bagdad, Al mamoun. La primera obra de oftalmología escrita en árabe, lo fue por el cristiano Youhanna Ibn Massawayh, médico personal de Haroun al Rachid.
Pero los cristianos, utilizados por los califas como apoyo para desarrollar su civilización, también eran “dhimis” ciudadanos inferiores cuya valía era muy variable y aleatoria. Numerosos episodios sangrientos marcaron la región al compás del tiempo, por ejemplo con Tamerlán, que sepultó vivos a millares de cristianos, o el feroz Selim I
y otros sultanes, que masacraron que masacraron masivamente las poblaciones de la Mesopotamia ocupada.
Así esta tierra radiante espiritual y culturalmente, se volvió poco a poco , bajo soberanía árabe y luego turca, el más grande campo de ruinas de monasterios e iglesias, así como el mayor cementerio cristiano de Oriente Medio según expresión del historiador jesuita J.Sr.Fiey.
Anestesiados por lo políticamente correcto, ¿quién hoy en día se acordará del resplandor fantástico de esa región de Oriente Medio durante siglos?. Casi todo se destruyó. Y estos desastres sucesivos han sido sistemáticamente, en el marco de una arabización llevada por la dictadura de Saddam Hussein, bajo la mirada de una conciencia europea más preocupada en preservar sus alianzas comerciales y sus medios energéticos de consumo, que de preguntarse sobre los acervos y los fundamentos de sus valores humanistas y espirituales.