Hace poco, gracias a un envío de Antonio, habitual colaborador de este Blog publiqué un texto largo sobre un posible Tercer Secreto de Fátima que, para nuestro amigo puede ser el verdadero y que las autoridades del Vaticano han ocultado. Como consecuencia de aquella entrada, publiqué una combinación de imágenes que se centraban en la mirada de Ratzinger/Benedicto XVI. Esto provocó fuertes iras y críticas. Muchos amigos han a su vez recibido insultos. Cierto obispo anglo-católico que dirige una comunidad fundada por él y que se cree líder de la verdadera tradición anglicana (pero que no forma parte de la Tradicional Anglican Communion) me ha deseado la muerte y la ira de Dios.
No me estoy retractando de lo que opino. Pero quiero pedir perdón si ofendí a buenos católicos, si escandalicé a alguien con esa foto y ese texto tan breve. Me llamó la atención que nadie hubiera reaccionado con tanta dureza a otras publicaciones anteriores, más contundentes aún en las que tratamos a Ratzinger como teólogo antes de su pontificado, o en las que señalamos los gravísimos errores (y terribles herejías) de este una vez electo por los Cardenales en el último Conclave.
Parece que las imágenes duelen más que las palabras…
Entonces, me disculpo y les pido perdón a aquellos buenos católicos que les pareció excesivo u ofensivo lo que se publicó y que me lo hicieron saber de forma caritativa. Agradezco a Leonardo, mi buen y querido amigo, agradezco a un sacerdote estadounidense que me envió presto un e-mail sobre el asunto y a todos aquellos que me solicitaron, no que remueva la entrada, sino que reflexionara si esta no había causado más daño que otra cosa.
Insito: Ratzinger no es santo de mi devoción. Considero que es parte de la Nueva Teología, lo considero sinceramente tan católico como Barth o sus hermanos en la fe von Baltasar, Congar y otros. Pero si ofendí a algún católico, si lastimé a alguien y si alguna persona consideró que esto bajó la calidad de este medio de comunicación, les pido perdón y solicito a ustedes no dejen de elevar oraciones por mi alma.
Vuestro en Cristo Jesús,
RM